
La Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua (DSPM) cuenta con un grupo especializado conocido como K-9, integrado por 14 perros entrenados para diversas tareas de seguridad en la ciudad. Estos canes, que responden rápidamente a las órdenes de sus entrenadores, son clave en operaciones que van desde la detección de explosivos hasta la captura de delincuentes.
Cada perro en el grupo tiene una función específica según su entrenamiento. Algunos están especializados en detectar explosivos, armas o drogas, mientras que otros se dedican a la búsqueda de personas o a la protección y vigilancia. El jefe de grupo, Edgar Natividad Moreno, destaca que los perros tienen diferentes personalidades, lo que los hace más adecuados para distintas situaciones, desde las más tranquilas hasta las de mayor riesgo.
Antes de cada intervención, el equipo K-9 analiza la situación para determinar qué perro es el más apto para actuar. Si la persona involucrada está bajo el efecto de sustancias o presenta un comportamiento agresivo, el negociador trata de dialogar antes de liberar al perro. La prioridad siempre es evitar exponer a los perros a peligros innecesarios.
Intervenciones recientes
Dos de los perros del equipo, Lulú y Vico, participaron en operaciones recientes con éxito.
Lulú, entrenada para detectar explosivos, fue enviada a una tienda departamental tras una amenaza de bomba. Luego de una búsqueda minuciosa, confirmó que no había explosivos, lo que permitió reabrir el establecimiento.
Por su parte, Vico, un perro doble propósito capaz de detectar drogas y realizar funciones de protección, ayudó en la captura de un ladrón armado que se había refugiado en una casa tras un robo. Después de que las negociaciones fallaron, Vico fue liberado y neutralizó al sospechoso, facilitando su arresto.
Según Natividad, los perros perciben la situación desde el momento en que se dirigen a la escena, gracias a la comunicación constante con sus entrenadores. Una vez que completan su trabajo, el mejor premio para ellos es una caricia.


