Papa Francisco sigue en estado crítico; médicos vigilan posible complicación

El Papa Francisco, de 88 años, permanece en estado grave y recibe oxígeno suplementario, informó este domingo 23 de febrero el Vaticano. Aunque no ha presentado nuevas crisis respiratorias, su estado de salud sigue siendo delicado.

El pontífice recibió una transfusión de sangre para estabilizar sus niveles de hemoglobina, mientras que su trombocitopenia se mantiene controlada. Sin embargo, los médicos detectaron una leve insuficiencia renal, por lo que continúan monitoreando su evolución.

El sábado, el Papa sufrió una crisis respiratoria prolongada debido a una neumonía y una infección pulmonar severa. Su historial médico, que incluye la extirpación de parte de un pulmón en su juventud, aumenta los riesgos.

Los especialistas advierten que la principal amenaza es la posible aparición de sepsis, una infección en la sangre que podría complicar su recuperación. Hasta ahora, no hay señales de esta condición.

En el Vaticano, cientos de fieles han elevado oraciones por su salud. Durante una misa en la Basílica de San Pedro, el arzobispo Rino Fisichella pidió a los creyentes rezar por el Papa en este momento difícil.

El deterioro de su salud ha reavivado especulaciones sobre una posible renuncia. Sin embargo, el Vaticano ha desmentido rumores y reiteró que la prioridad es la recuperación del pontífice.

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